- ¿Conseguiste algo diferente esta vez?
- No. Decepción, como siempre.
- ¿Decepción?
- No obtuve la respuesta que quería.
- Pero, ¿Obtuviste una respuesta diferente a las otras ocasiones?
- Diferente... No. Ha llegado a un punto en el que se limita a no contestarme.
- ¿Qué vas a hacer?
-
No lo sé. Creo que si lo sigo intentando sólo conseguiré que mi
decepción vaya en aumento y que acabemos en un punto peor del que ya
estamos. Pero la idea de dejar de intentarlo me hace hervir la sangre.
- Fíjate, yo creía que te hervía ya.
- ¡Joder! ¡Es que si dejo de intentarlo, todo este tiempo y esfuerzo no habrá servido para nada!
- ¿Ni para aprender?
- ¿Qué coño quieres que aprenda del hecho de ser decepcionado una y otra vez?
- Tal vez, que deberías ajustar las expectativas...
- ¿Por qué? ¡Antes no era así!
- Ya. ¿Y qué vas a hacer?
- No lo sé...
-
De acuerdo, imagínate que hacemos una excursión. Como que tú conoces un
par de fuentes que hay en el camino, no nos preocupamos de llevar agua.
Hace un día de calor y cuando llegamos a la primera fuente ya estamos
sedientos. Pero la sorpresa que nos llevamos es que está seca, no hay
posibilidad de saciar nuestra sed en esa fuente.Tú me aseguras que
siempre había brotado agua de esa fuente, y yo te creo, pero ahora
tenemos sed y no tenemos agua. ¿Qué hacemos?
- Fácil, buscar otra fuente.
- ¿Quieres decir? ¿No sería mejor quedarnos a esperar en esta fuente?
- ¿Por qué habríamos de hacer una estupidez como esa?
- Porque una vez brotó agua de esta fuente. Seguro que si somos pacientes, y no nos morimos, volveremos a ver brotar agua.
- Pero nos podemos quedar secos esperando...
- ¿Me estás diciendo que hay más fuentes y de diferentes tipos?
- Ya...
-
Tal vez deberíamos saciar nuestra sed en otra fuente y después, en
cualquier otro momento que no lo necesitemos de manera tan acuciante,
podamos volver a disfrutar del agua de esta fuente, ¿No te parece?
- Sí, tendré que buscar "otras fuentes"...
